La semana pasada estuve en Escocia por cuatro días, con estancia en la capital Edimburgo y dos salidas, una hacia el norte hasta el Loch Ness y otra hacia el oeste hasta Oban. Me ha parecido un buen destino, sobre todo por las tierras altas, región con bonitos paisajes de montañas y lagos. Recomendable para este verano!
El castillo de Edimburgo, tomada por Joseba Umbelina
La calle Royal Mile de Edimburgo, tomada por Joseba Umbelina
Panorámica de Edimburgo desde Arthur Seat, tomada por Joseba Umbelina
Gaviota en el lago Lomond, tomada por Joseba Umbelina
Una casa aislada en Oban, tomada por Joseba Umbelina
Vaca Hamish en las tierras altas, tomada por Joseba Umbelina
Edimburgo me parece una de las capitales más agradables de Europa. No es muy grande, por lo que es fácil moverse de un lado para otro y caminar por su casco antiguo es algo realmente atractivo. También se ve una ciudad muy cosmopolita y joven, con muchos estudiantes venidos de todo el continente.
He de decir que me decepcionó un poco el famoso Lago Ness. Vale que no esperaba ver al monstruo 😉 pero aparte de la leyenda, es un lugar con muy poco interés. Me quede con ganas de hacer un trekking por las tierras altas, ya que a nivel de paisajes tiene que ser un lugar espectacular. Y de visitar la Isla de Skye, a nivel de paisajes un lugar impresionante!
El clima puede ser un problema, si viajas tan solo para uno pocos días y te salen todos nublados o con lluvia, el lugar pierde parte de atractivo. Aunque el mismo tiempo, eso es también parte de Escocia. Luego está la comida, acostumbrado a como se come en lugares como España, las Islas Británica son un horror a nivel culinario. Pero en fin, no dudes en probar su comida favorita, el fish and chips, pescado y patatas fritas.